Aaron Beck, uno de los padres fundadores de la terapia de comportamiento cognitivo dijo que “la emoción sigue a la percepción”, significando que la forma en que nos sentimos acerca de una situación es el resultado de la forma en que la percibimos.
Con EFT, la idea de que “la emoción sigue a la percepción” es realmente un camino de doble vía y por lo tanto vemos con frecuencia la inversa, es decir, que “la percepción sigue a la emoción”.
Todos nosotros podemos percibir una situación de una manera y encontrarnos en las garras de una fuerte emoción que cambia tan pronto como obtenemos más información y una percepción más fresca. Ayer observé cómo un par de adolescentes estaban dando vueltas alrededor de mi coche, mirando debajo de él, y sentí una oleada de ira mezclada con miedo.

Asustada, bajo el carro, había una bola de piel color gris. Mi percepción de la situación cambió en un instante y mis emociones cambiaron de la ira y el miedo a una mezcla de compasión y ternura. Enseguida me puse a intentar ayudar a los muchachos a rescatar a la asustada mascota.

Las emociones siguen estas expectativas. Este es el proceso que nos permite conocer nuestro mundo. Sin embargo, como dice la letra chica en las ventas de inversiones, “resultados anteriores no sirven de guía para ganancias futuras”.
Cuando estamos viviendo una emoción es como si nuestra atención estuviera encerrada en una visión estrecha y nosotros bloqueados en la expectativa emocional (lo que sucedió en el pasado) sin poder ver la imagen completa (de lo que está sucediendo actualmente).
Cuando doy talleres de EFT, con frecuencia uso la metáfora de que, como terapeutas somos como los perros guías para una persona ciega. No es tarea del perro guía decidir adonde ir: la tarea del perro guía es cruzar la calle sin peligro.
Un viejo cantante de blues de Mississippi me dijo una vez “no son las notas, ya que cualquiera puede tocarlas, son los espacios entre ellas: eso son los blues”. Durante algunas sesiones se intenta encontrar las frases con más carga emocional y luego se les aplica EFT. A continuación hay que dar tiempo para tomar conciencia del cambio en los sentimientos y el tiempo para expresarlos.
A algunas personas los sentimientos les producen demasiado miedo y los pensamientos son algo que deben conservar para sí. Resulta tentador en esos casos decirles a las personas lo que nosotros pensamos, o guiarlos hacia lo que ellos deberían pensar. Pero eso sería como el perro-guía guiando al hombre ciego hacia una carnicería.

Es parte entonces de nuestro trabajo el ayudar hasta encontrar las palabras y luego conseguir tomar conciencia de los cambios en sus percepciones. (Estos cambios en las percepciones pertenecen a la persona misma y no nos corresponde a nosotros suministrárselos.) Para hacer esto necesitamos mantener su atención en la experiencia presente, haciendo preguntas abiertas y vagas seguidas de una larga pausa.
Preguntas como por ejemplo:
"¿Puede simplemente notar qué le viene a la mente ahora?"
"¿Y qué sabe sobre eso ahora?"
“¿Cómo está experimentando eso ahora? "
"¿Cómo podría sentirse diferente con respecto a X ahora?"
"Si eso sucediera ahora de nuevo, ¿podría hacer ahora lo que no pudo hacer antes?"
Como dijo el hombre de los blues
la magia yace entre las notas.
Gwyneth Moss