El funcionamiento es tan fácil y sencillo como que la persona se centre o enfoque mentalmente en el problema, permaneciendo concentrado en el mismo, mientras se presionan suavemente (hacer "tapping") diferentes puntos de acupuntura con la yema de los dedos, de manera suave y sin malestar alguno.
La técnica se repite durante unos minutos midiendo el grado de malestar que sentimos antes y después de su aplicación. Al presionar los puntos de acupuntura mientras se experimenta mentalmente ese malestar emocional concreto, lo que conseguimos es equilibrar y deshacer el bloqueo energético logrando, en consecuencia, que el malestar emocional asociado desaparezca.
No tiene efectos secundarios conocidos y la persona aprende cómo se aplica para que pueda seguir disfrutando de sus beneficios y ampliándolos posteriormente por su cuenta.
No obstante, es conveniente contar con un buen profesional de la psicología que pueda ir gestionando adecuadamente las diferentes emociones que van apareciendo y orientando la aplicación en función de esos aspectos emocionales que pueden surgir.
Podemos aprender a conducir por nuestra cuenta pero es evidente que si contamos con la ayuda de un buen guía y profesor el aprendizaje será más seguro, rápido y eficaz.
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