miércoles, 27 de octubre de 2010

El Miedo

El MIEDO es una emoción muy común en los seres humanos que tiene un claro valor adaptativo para nuestra especie. Es una herramienta fundamental para poder reaccionar en caso de peligro activando el organismo para que genere las sustancias necesarias para poder permitir enfrentar o huir la situación temida: es una herramienta fundamental para la supervivencia.

Ahora bien, si ese miedo en lugar de aparecer ante un peligro evidente (un animal que puede atacarnos, por ejemplo) se presenta sin que el objeto temido esté presente, apareciendo en diferentes momentos, lugares y situaciones, aunque nada tengan que ver con un posible peligro, entonces ese miedo se convierte en algo perturbador, exagerado, desproporcionado y sin control, en una FOBIA, comenzando desde ese momento a limitar la calidad de vida de la persona que lo padece.

Podemos distinguir que posee tres componentes que siempre están presentes cuando se siente miedo:

· Cognitivo: referido al pensamiento o la imaginación (imaginamos o anticipamos un peligro y sus consecuencias).

· Motor: relacionado con lo que hacemos y el cómo nos comportamos (huir, defendernos etc.).

· Fisiológico: tiene que ver con las reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo, incontrolables directamente por la voluntad (y así temblamos, tenemos taquicardia, sudamos ...etc.).

Resumiendo:

El miedo se halla presente en todos los organismos vivos y constituye uno de los mecanismos más importantes de protección, adaptación y ayuda en el hombre y animales, ya que activa y moviliza al organismo para enfrentarse al peligro o para evitarlo (huir). Puede ser innato o aprendido y está directamente relacionado con nuestra seguridad.

La FOBIA es una forma especial de miedo que es desproporcionada con respecto a las circunstancias de la situación (es una reacción exagerada y excesiva frente a una situación que nuestro organismo interpreta como de peligro, cuando en realidad no lo es). Se encuentra más allá del control voluntario y es persistente, ya que aparece siempre que existe u ocurre la situación temida. A diferencia del miedo, no es útil para nuestra supervivencia, sino que, más bien al contrario, suele causarnos problemas.

La PSICOLOGÍA dispone de técnicas suficientemente contrastadas para librarnos de estos miedos desadaptativos que restan libertad a nuestra vida y nos impiden vivirla con plenitud.

La EFT, la TFT y la hipnosis eliminan rápidamente la ansiedad asociada a ese miedo/fobia y en consecuencia el malestar al objeto o situación temidos.

Contacta conmigo: puedo ayudarte.

Juan Pedro

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viernes, 8 de octubre de 2010

Nuestras Mochilas Emocionales

Todos cuando nacemos venimos al mundo desnudos, sin carga aparente, sin ropajes ni elementos que dificulten ese nacer.

A lo largo de nuesra vida, con nuestro crecimiento, nos colgamos (o nos cuelgan) sin saberlo una mochila que en lugar de llevar pan y buen vino, para el camino, se va cargando con piedras pesadas, que van aumentando nuestro peso, nuestra carga, poco a poco de tal forma que casi ni nos damos cuenta de ese pequeño aumento. Pero es acumulativo, es decir, va siendo cada vez mayor conforme añadimos nuevas piedras.

Esas piedras son emociones negativas, fruto de experiencias, ideas, pensamientos repetidos, "consejos" recibidos, amores perdidos, frustraciones, miedos y un largo etcétera., que nos va acompañando en nuestro crecer, en la educación que recibimos, aunque sea realizada con la "mejor intención". Asi, el miedo, la ira, la culpa, la falsa humildad, la necesidad de afecto, por nombrar sólo algunas de esas piedras, se convierten en nuestra carga personal, propia e insustituible de tal forma que casi creemos y llegamos a pensar que ese peso es el nuestro, el real, el verdadero, aunque nos duela y fatigue. Y así caminamos todos los días tomando por "normal" lo que es "añadido".

Pero, ¡ay!, llega un momento en el cual esas mochilas están llenas hasta rebosar y entonces esas piedras comienzan a caer de las mismas, y alguna incluso nos da en el pie y sentimos el dolor, nos desbordan las emociones y creemos que algo nos ha ocurrido de repente, sin darnos cuenta precisamente de toda la carga que desde casi siempre nos ha ido acompañando en nuestro diario devenir.


No es asi, podemos dejar a un lado esa carga, tan sólo necesitamos seguir los siguientes pasos:

1) Darnos cuenta de que tenemos esa mochila en nuestra espalda (interesante sería en otro momento hablar del simbolismo de la espalda, sus dolores y lo que a ella nos echamos a cuestas).

2) Ver, con absoluta certeza, que esa mochila no es nuestra, que no está pegada sino sujeta con tirantes que podemos soltar.

3) Soltarla sin miedo, con decisión.

4) Ver que el vacio que aparentemeten se instala en nosotros es una sensación absolutamente normal: no obstante hemso llevado esa mochila durante muchos años y creíamos que era parte nuestra.

5) Permitirnos experimentar y sentir la nueva ligereza.

6) Probar, intentar nuevos acrcameintos, nuevos desplazamientos si me permitís la expresión, ya sin la carga-

7) Por último, ser lo suficientemente cuerdos y sensatos, valientes, para pedir ayuda. Hay técnicas, procedimientos, que pueden cumplir esa función de ayuda de forma admirable pero siempre la decisión depende de ti, el primer paso debes darlo tu. Es como cuando quieres beber agua: puedes poner el vaso bajo el grifo pero si tu no lo abres, si no realizas esa pequeña función, el agua no saldrá y tu sed seguirá igual.

Un saludo cordial.

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